13 de febrero de 1950 Murió en Caracas Monseñor Eduardo de Jesús Vásquez.
Murió
en Caracas Monseñor Eduardo de Jesús Vásquez. Su vida la había
dedicado al culto de la Virgen del Valle. Nació en Santa Ana del Norte, el 23
de diciembre de 1865. Murió en Caracas, el 13 de febrero de 1950. Fue
enterrado en la Iglesia de Nuestra Señora del Valle al pie del Altar de
nuestra Excelsa Patrona. Hijo de Eduardo Vásquez y Magdalena Marcano Gamboa.
Sus estudios primarios los realiza en la escuela que regenta en su lar nativo
el educador José Ramón Rosa. En el Colegio de Carúpano inicia estudios
secundarios que concluye en el Colegio Nacional de Cumaná, donde obtiene en
1884 el grado de Bachiller en Filosofía. Estudios eclesiásticos en el
Seminario de Caracas. El 30 de diciembre de 1888 es ordenado por el Arzobispo
de Caracas, Monseñor Dr. Críspulo Uzcátegui. Cantó su Primera Misa el 6 de
enero de 1889. Ejerció en El Valle, Caracas, Maiquetía, Valencia. En Mayo de
1900 fue designado Párroco de la Iglesia del Valle del Espíritu Santo, donde llevó a cabo importantísima labor. Reparó el templo, fundó periódicos y
aviva en todos los contornos de la Patria la devoción por la Virgen del Valle.
Vicario Foráneo de Margarita y en 1926 fue designado Prelado Doméstico de Su
Santidad.
Magnífico información, es mi ancestro directo,de mi padre Quintín Gonzalez Vázquez, natural de Santa Ana del Norte, Isla de Margarita, hijo de Juanita Vázquez y Quintín Gonzalez Moreno, gran parte de esta Familia emigró a Maturín a principios del siglo xx, posiblemente, en 1918, allí ´fundaron sus familias muy numerosas.Monseñor Vázquez debe ser tío o primo de mi padre Quintín, ese es el dato que no he podido comprobar, pero fue sin falta familiar directo de mi padre. Familias de profundo credo y prácticas religiosos, músicos y artesanos maravillosos del oro y la plata, instrumentistas de música de cuerdas, órgano, y conocedores de la música margariteña, y de otras artes manuales, con sus manos prodigiosas,no estudiaron música formalmente, pero tocaban, mi padre, litúrgica con gran facilidad y leía las partituras,.Estoy escribiendo su biografía y me falta solo muy pocos datos para completarla, porque no es justo que se echen al olvido estas notas pequeñas de la historia de Margarita y Maturin, que los cronistas no han podido recoger y plasmar en el papel pero sin falta este mismo año concluiré esta historia maravillosa de pequeñeces que merecen ser contada y recordada por las generaciones presentes y futuras orientales.Hasta pronto pronto tendrán más notas al respecto.
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